La Deuda Pública es el conjunto de los préstamos concedidos al Estado que han sido documentados en forma de títulos-valores, como son las Letras del Tesoro, los Bonos o las Obligaciones. Para entendernos, si se produce un Déficit Público, el Gobierno de un país para financiar los gastos superiores a los ingresos, necesita emitir unos títulos que pone en el mercado, como las acciones y obligaciones de las empresas, así en función de la oferta y la demanda de los mercados de deuda los inversores adquieren esos títulos y el Estado en cada vencimiento paga un tipo de interés, como si hablásemos de las acciones de Repsol YPF o la antigua Telefónica vamos.
La Deuda Pública constituye un instrumento financiero de naturaleza pasiva para el ente público emisor, el Estado fundamentalmente, que busca en los mercados nacionales o internacionales captar fondos bajo la promesa de un pago futuro y una rentabilidad fijada por una tasa o tipo de interés, en los tiempos estipulados por el activo (Letra a corto plazo, Bono a medio y Obligación a largo plazo).

Hasta aquí nada que se me escape, pero eso de la Deuda soberana, bonito «palabro» que últimamente se repite hasta la saciedad en todos los medios de comunicación. En toda mi vida académica (y puedo jurar que son muchos años) jamás oí hablar de esa deuda. Es posible que sean las deudas de todo un país, por lo de soberanía popular, o bien las deudas de la Casa Real, porque al final mucho pueblo soberano, pero aquí sólo se mantiene a un rey con toda su prole, por supuesto. Y seguro que en estos tiempos de crisis igual hay que emitir Bonos para pagar el colegio a las infantitas. ¿Emitirá el gobierno Letras a 1 año para esa partida de gasto soberano o serán Letras a 18 meses?.

Por muchas vueltas que le doy, lo de soberana, lo siento, se me escapa. Tengo que decir que Sistema Financiero Español fue una de mis pesadillas en la carrera, supongo que no debí estudiar lo suficiente, porque parece que todo el mundo entiende muy bien el concepto de marras menos yo.